Los Equipos de Orientación en Primaria. 

 

Quienes forman los equipos de orientación en Educación Primaria y cuáles son sus funciones. Qué puedo hacer si detecto que algo no va bien en mi hijo/a.

 

¿Quienes conforman los equipos de orientación en Educación Primaria? ¿Cómo pueden ayudarme? ¿Qué otras opciones tengo? ¿Puedo consultar todo tipo de dudas? Son muchas las preguntas que nos hacemos a la hora de buscar ayuda en la Educación Primaria, sobre todo cuando pensamos o tenemos indicios que algo no está funcionando en la educación de nuestros hijos e hijas. Los equipos de orientación serán los encargados de ayudarnos.

Los equipos de orientación educativa y Psicopedagógica (EOEP).

Se trata de un grupo multidisciplinar de profesionales ligados al ámbito de la educación y la psicopedagogía  que trabajan en los centros educativos de primaria para garantizar y mejorar la calidad educativa y psicosocial del alumnado.

¿Qué tipos de EOEP existen?

Existen 2 tipos de equipos en función del nivel educativo:

EOEP de Atención Temprana: Centrados en niños y niñas de 0 a 6 años pertenecientes a Escuelas Infantiles Públicas o no escolarizados.

EOEP General: centrados en niñas y niños de 3 a 12 años pertenecientes a centros de Educación Primaria públicos y concertados.

EOEP Específico: son los equipos especializados en una discapacidad concreta (auditiva, visual, motórica o de los trastornos generalizados del desarrollo).

Es importante saber, que en algunos territorios, como la Comunidad de Madrid, estos equipos están organizados por áreas, por lo tanto, su ubicación puede estar dentro o fuera de los colegios. Esto también supone que los EOEP no atienden a un único centro, sino a varios de la misma zona.

 

¿Qué profesionales lo componen?

– Licenciados/ graduados en psicología y/o pedagogía.

– Personal técnico de servicios a la comunidad (PTSC).

– Personal especializado en discapacidad visual, auditiva, motora y trastornos del desarrollo.

– Diplomados/as en magisterio en las especialidades de pedagogía terapéutica (PT) y Audición y Lenguaje (AL).

– Personal complementario (DUE), auxiliares de enfermería, fisioterapeutas, técnicos educativos, técnicos superiores en integración social, …

 

¿Qué funciones tienen?

– Detección y diagnóstico de necesidades específicas de apoyo educativo.

– Orientación y asesoramiento educativo a familias y profesionales.

– Atención a la diversidad a todo el alumnado.

– Asesorar y adaptar los aprendizajes al alumnado.

– Orientar sobre la educación más favorable al alumnado.

– Informar y formar a maestros.

– Organizar los apoyos para el alumnado de necesidades especiales.

 

¿Cómo lo hacen?

Van a tener en cuenta los siguientes aspectos:

– El desarrollo personal del alumno/a (aspectos biológicos, aspectos cognitivos, aspectos comunicativos-lingüísticos, motrices, sociales y emocionales).

– Su historia escolar.

– El nivel de competencia curricular.

– El estilo de aprendizaje

– El contexto escolar y familiar.

Alumnos/as con necesidades Educativas Especiales (ACNEE).

Una de las principales funciones de los EOEP es ayudar al alumnado ACNEE. Este alumnado requiere, por un tiempo de su escolarización o durante toda ella, apoyos determinados o atenciones educativas especiales derivadas de una discapacidad (física, psíquica, auditiva o visual), un trastorno grave de conducta, la personalidad o el desarrollo

Para ser considerado como alumno/a ACNEE es necesario obtener un informe de evaluación psicopedagógica y un dictamen de escolarización. Dependiendo de este informe podrán acceder a un centro de educación especial, a un centro ordinario o una modalidad de escolarización combinada. Será el equipo EOEP el encargado de realizar dicha valoración e informe. 

Este alumnado recibirá una adaptación curricular individualizada significativa, es decir, que la enseñanza se adaptará  a sus necesidades específicas y la evaluación tendrá como referencia los objetivos y criterios establecidos en su adaptación curricular.

Atención a alumnos/as con necesidades Específicas de Apoyo Educativo (ACNEAE).

Los EOEP también se encargarán de facilitar al alumnado ACNEAE, las familias y los profesionales, las medidas necesarias que requieren una atención educativa diferente a la ordinaria. Este alumnado presenta necesidades educativas especiales debido a dificultades del aprendizaje, a sus altas capacidades intelectuales, a la incorporación tardía al sistema educativo o a otro tipo de condiciones personales. Vamos a verlo un poco más en detalle:

– Alumnado con Dificultades Específicas de Aprendizaje (ADEA): alumnado que presenta una dificultad específica que le impide seguir con normalidad el currículo (dificultad de lectoescritura, atención, etc). No confundir con el alumnado ACNEE.

– Alumado con Altas Capacidades Intelectuales (AACI): aquellos/as cuyo cociente intelectual es igual o superior a 130.

– Alumnado de integración tardía al sistema educativo español (AITSEE): alumnado que presenta un desfase curricular respecto a su grupo por la incorporación tardía al sistema escolar, por proceder de otros países, u otros motivos.

– Alumnado con condiciones personales o de historia escolar (ACPHE):  que presenta desfase curricular por sus condiciones personales (absentismo, etc.).

El alumnado ACNEAE necesitan un informe de evaluación psicopedagógica, pero a diferencia de los ACNEE, no requieren un dictamen de escolarización, pues a todos se les asignará un centro ordinario.

 

Para más información:

La evaluación psicopedagógica.

La evaluación psicopedagógica tiene como fin facilitar las medidas que se llevarán a cabo durante el proceso de intervención. Esta evaluación permitirá obtener la información necesaria sobre los elementos que están interviniendo en el desarrollo y poder darles una respuesta lo más adecuada y adaptada a ese problema.  Para ello, se tendrán en cuenta todos los condicionantes individuales, sociales y ambientales que rodean al sujeto.

Debemos saber que no existe un modelo único de evaluación, sino que están basados en diferentes enfoques: conductual, psicotécnico, de potencial de aprendizaje, de diagnóstico pedagógico, etc.

También es necesario saber, que antes de realizar una evaluación psicopedagógica se realizan otro tipo de evaluaciones previas con los profesionales del centro educativo (maestros, profesores, equipo de orientación, otros especialistas, etc.) para contrastar criterios.

La evaluación psicopedagógica se trata de una evaluación técnica que se realiza dentro del ámbito escolar. Si la evaluación requiere una especialización más elevada, entonces se procede a realizar una evaluación multidisciplinar. Por tanto, estas evaluaciones tienen un carácter científico técnico que sigue con rigor la toma de datos y se contrasta con las investigaciones científicas disponibles.

Los instrumentos más utilizados en la evaluación son la observación, la entrevista, los test y las pruebas psicopedagógicas.

Son fundamentales para poder hacer un diagnóstico de la problemática específica del alumnado y poder ayudarlo.

El dictamen de escolarización.

Se trata de un informe específico para el alumnado con necesidades educativas especiales  (ACNEE), en el que se especifica cuáles son esas necesidades y cúales son los recursos humanos y materiales necesarios más adecuados para su intervención. También indica cuál es la modalidad más adecuada de escolarización (centro de educación especial, centro ordinario o modalidad combinada).  Esta propuesta de escolarización debe ser aceptada y firmada por los padres/tutores legales. Si la familia está en desacuerdo se puede recurrir a una segunda valoración, presentar recursos de inconformidad, y en último caso, recurrir a la justicia.

Para realizar el dictamen debe existir un diagnóstico previo (discapacidad, trastorno grave de conducta, etc), o venir determinado por el informe de evaluación psicopedagógica.

Son competencia única y estricta del orientador/a del centro educativo, por lo cuál ningún otro profesional puede emitirlo, ni siquiera en el ámbito privado.

Las conclusiones y medidas del dictamen son revisadas a lo largo de la escolarización, por lo tanto se pueden modificar, adaptar y revertir.

Mis recomendaciones

Detección de problemas de aprendizaje en la infancia.

La detección temprana.

La prevención y la detección temprana de problemas psicológicos o psicopedagógicos es fundamental para mejorar la calidad de vida en todos los niveles de la persona (psicológico, social, educativo, …).

Cuando hablamos de niños, tenemos que tener en cuenta que el cerebro aún se está desarrollando, y que esa plasticidad, permite aprovechar el potencial del sujeto.

El tiempo también juega un papel importante, pues, cuanto antes se produzca la detección, antes se podrán poner las medidas necesarias para tratar de corregirlo (estímulos adecuados a su edad y que favorecerán su desarrollo a todos los niveles).

¿Cómo es la detección temprana?

Lo primero que debe realizarse es un diagnóstico para saber la causa del problema. El diagnóstico no busca etiquetar o encasillar a las personas en categorías cerradas, sino comprender los síntomas y ponerle soluciones.

Para realizar un buen diagnóstico será necesario realizar un diagnóstico multifactorial, contemplando múltiples factores, y también diferencial, para discriminar correctamente la causa del problema.

Los factores que se tendrán en cuenta serán:

Factores orgánicos o biológicos (características físicas y biológicas).

Factores psicológicos (características emocionales, conductuales, patologías, etc).

Factores ambientales (características económicas, sociales o culturales que puedan estar interviniendo).

Factores familiares (características de la familia, rol del sujeto en este entorno, etc.).

Factores institucionales (características de la enseñanza o del centro educativo).

 – Factores específicos (características en relación directa con el problema).

 

Una cuestión de actitud…

La detección, evaluación y medidas de mejora cuando se detectan problemas de aprendizaje o psicológicos, del tipo que sean,  es fundamental en la mejora en el desarrollo del sujeto.

Cuando las familias o los centros detectan que algo no va bien en un menor, la actitud frente al problema es fundamental porque va a determinar absolutamente todo lo que vendrá a continuación. Generalmente, es fácil encontrar las siguientes situaciones:

Negación: «A mi hija no le pasa nada». Tal vez esta sea la actitud más negligente de todas. Negar un problema no lo elimina, y no actuar inmediatamente puede suponer perder un tiempo de estimable valor.

Sobreprotección: «Yo sé mejor que nadie lo que le pasa a mi hijo». Es exactamente el extremo contrario. Los padres sobreprotectores impiden el desarrollo de sus hijos tratando de controlar todos los factores, algo que no es posible. Tienden a tomar ellos todas las decisiones, a menudo sin contar con la opinión de expertos, e incluso cuestionar sus criterios. Llegar a acuerdos con ellos es tan complicado que terminan por obstaculizar las medidas a poner en marcha, perjudicando notoriamente el avance de sus hijas/os.

Desvalorización: «Bueno, tampoco es para tanto». Este tipo de familias son aquellas que, aún siendo conscientes del problema, no se toman en serio las medidas y recomendaciones de los profesionales, siendo bastante laxos en su cumplimiento. Esto también resulta perjudicial para las/los menores, pues no consiguen progresar al ritmo que lo harían con apoyo familiar.

Comprometidos: «Haré lo que sea mejor para ella/él». Este tipo de familias son las que tratan de cumplir las medidas de apoyo de los profesionales, involucrándose en el desarrollo de sus hijos/as, informándose, formándose y dialogando con los expertos para conseguir el máximo rendimiento.

A veces las actitudes de las familias pueden fluctuar entre los estados como consecuencia del impacto que les produce la noticia. Es normal, en ocasiones, pasar por una primera fase de negación en un primer momento, continuar en un modelo sobreproteccionista y acabar por aceptarlo, y comprometerse con la nueva situación. Esto depende de cada caso concreto y cada familia. Es recomendable acudir a ayuda profesional especializada si se tienen dificultades para aceptar esta situación, pues si como padres no nos encontramos bien, tampoco vamos a poder ayudar a nuestros pequeños.

Ante cualquier duda:

– Acude a tu centro educativo y pide cita con orientación.

– Consulta a un profesional especialista en la materia.